domingo, 6 de mayo de 2012

Una visita al museo del fuego nuevo

 El día 4 de mayo se dio una salida para visitar el museo del Fuego Nuevo ubicado en el Cerro de la estrella ( parque nacional en el Distrito Federal ) en la Delegación de Iztapalapa en la parte alta del mismo.
Superficie 1,100 hectáreas del Cerro de la Estrella
Se llega Partiendo de Calzada de tlalpan de oeste a este todo Avenida Ermita Iztapalapa (Eje 8 sur) pasando avenidas importantes como Río Churubusco , Eje 3 Oriente y avenida tlahuac hasta el entronque de Carretera Escénica al cerro del estrella Km.2 (Av. Estrella). donde se hace cada año la crucifixión por parte de la comunidad de Iztapalapa se asciende por esta carretera hasta el museo del Fuego Nuevo.
Y después de eso subimos todo el cerro de la estrella para observar desde la pirámide el entorno de la ciudad, fui en compañía de mi hermana y mi novio, al llegar a la cima nos dimos cuenta de muchas cosas peor en especial de una, LA CONTAMINACIÓN, inevitable no fijarse en que cada ves estamos mucho mas cerca de ver un cielo gris, fue una buena experiencia.

CONCEPTO DEL FUEGO NUEVO

Al final del ultimo día de cada siglo cuando, el sol se estaba poniendo, se creía que desaparecería para siempre . En ese momento se apagaban todos los fuegos y la preocupada población se reunía al pie de la pirámide donde los sacerdotes observaban cuidadosamente los cielos se sacrificaba una victima arrancando su corazón mientras se encendía el Nuevo Fuego, a sí el sol renacía y se había salvado de nuevo el mundo de la destrucción ; comenzaba un Nuevo ciclo (ciclos de 52 años) La población desechaba los palos con los que encendían el fuego en el momento de la ceremonia y solo los sacerdotes prendían el Fuego Nuevo. En el Cerro de la Estrella se realiza esta ceremonia hasta la fecha actual (Sin sacrificios de ninguna índole)


SUJETOS SUJETADOS

FILOSOFÍA:


Es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales, y de la ciencia porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera no empírica, sea mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.



Lo más importante en esta cuestión, es la razón.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich, nació en Alemania. Estudió teología, filosofía y humanidades en el seminario protestante de Tubinga.
Fue docente privado en Berna y en Frankfurt, editó un periódico en Bamberg, fue director del Gymnasium de Nuremberg, y se desempeñó como profesor de la universidad de Heidelberg y de la Universidad de Berlin.
Su doctrina es una de las más complejas y ambiciosas de la historia de la filosofía y se caracteriza por un racionalismo absoluto.
Lo fundamental de su teoría es el concepto de dialéctica, que considera el método para llegar al conocimiento, considerándolo como un proceso histórico que tiende al absoluto y que se identifica con el Ser real y verdadero.
Consideró diversos productos del espíritu objetivo, como el derecho, la religión y la ética, que culminan en su teoría del Estado, al que concibe como una encarnación del espíritu, primero del pueblo, luego del mundo.
Los filósofos que suceden a Kant, como Fichte, Schelling y Hegel, ya no parten del conocimiento y la moral sino de lo “absoluto”.
Para Hegel (1770-1831) existe lo absoluto, lo incondicionado, y ese absoluto que es eterno, inmaterial, es la razón, y constituye la esencia misma del ser.
La manifestación de esa esencia constituye el mundo, la historia, la cultura de la humanidad y el hombre.
Por medio de la intuición intelectual se puede aprehender directamente la esencia de ese absoluto.
Hegel representa al intelectual puro, lógico, racional y frío.
Para Hegel lo que existe es la razón y todo lo demás son manifestaciones de ella.
La razón para Hegel significa una potencia dinámica, llena de posibilidades que transcurre en el tiempo.
La razón por lo tanto es el origen de la realidad; y así mediante el estudio de la lógica, o sea de las operaciones que la razón requiere, va realizando sus tesis, luego las antítesis, luego otra tesis superior y así la razón misma va manifestándose en las formas materiales, en las matemáticas, en la física, en los seres vivos, en el intelecto, en la psique, en el hombre y en la historia.
Este importante filósofo de principios del siglo XIX se apartó demasiado del camino que seguía el conocimiento científico hasta ese momento, empeñándose en esa deducción trascendental que partía de lo absoluto.

Es un sistema trascendental la filosofía de Kant
Immanuel Kant (1724-1804), inaugura unanueva forma de hacer filosofía como respuesta a la filosofía dogmática y al racionalismo inglés.
Esta reacción se apoyaba en el incesante avance de las ciencias naturales.
Para Kant el origen del universo es el caos absoluto, una nebulosa protosolar portadoras de dos fuerzas contrarias, la atracción y la repulsión; y esa contraposición es la que será capaz de generar organización en la materia.
Dios para Kant, queda reducido a la creación de la materia, que alberga dentro de si las leyes que permitirán el proceso evolutivo.
El Universo según este filósofo es el resultado de un proceso evolutivo; no existe un principio único, universal para todas las verdades y la filosofía requiere un nuevofundamento.
El juicio crítico sobre la filosofía racionalista será predominante en todos sus escritos.
Kant cuestiona las posturas filosóficas que tienen en cuenta solamente a la lógica como fuente del saber; porque para él la lógica no genera conocimientos sino que sólo es una herramienta que es útil para ordenarlos.
El pensamiento, cuya base es la lógica, es incapaz de captar por si solo la realidad, porque ésta es mucho más compleja y rica que los principios lógicos, por lo que se requiere de la experiencia para conocer la realidad.
La idea de Dios, para Kant, debido a su perfección, no puede provenir de la experiencia, sino que es una idea innata.
Kant afirma que el espacio y el tiempo no son conceptos, sino intuiciones puras, una forma singular de conocer que incluye la sensibilidad.
La sensibilidad forma parte de la unidad que no es considerada parte de la razón sino del espíritu. Para Kant, la sensibilidad también genera conocimientos y verdad.
Respecto a la ética, Kant antepone el sentimiento de la recta justicia a los de la compasión o benevolencia, debido a la necesidad de establecer principios morales, afirmando que los principios morales se basan en la razón pura, ya que no pueden los sentimientos, generar elementos necesarios y universalmente válidos que comprometan al conjunto de la humanidad.
La crítica kantiana no se refiere solamente a los elementos negativos de otros conceptos filosóficos sino que intenta examinar las capacidades del ser humano e indagar sobre las estructuras del ánimo, principio vital del hombre, o sea una investigación trascendental de la naturaleza del conocimiento en general y no de los efectos sobre el sujeto.
La experiencia provoca que la razón genere conceptos independientes de esa experiencia que denomina “a priori.
Para Kant, el hombre no puede saber si la realidad es o existe en si misma.
Sólo hay certeza en el pensar, según Descartes.
René Descartes (1596-1650), nació en Francia y tuvo la oportunidad de abrir un nuevo camino en la filosofía después de la antigua escolástica y a la luz de la modernidad.
Las enseñanzas que recibió Descartes se ajustaban al modelo escolástico, que trataba de articular en forma racional el contenido de la religión cristiana; pero para él la la deducción de conclusiones a partir de principios dogmáticos, nunca podría permitir descubrir algo nuevo.
Descartes gustaba de las matemáticas, por la certeza y evidencia de sus razones y fue un estudiante distinguido que se recibió de bachiller en derecho canónico y civil.
Su padre deseaba que se dedicara a la política y las expectativas de la sociedad para una persona de su condición, eran que debía ocupar cargos eclesiásticos o ingresar en el ejército. Eligió así alistarse en el ejército, a pesar de sentirse ajeno a la situación política de su época
Por esos años conoció al científico holandés Isaac Beeckman que influyó notablemente en su vida intelectual; al poco tiempo abandonó el ejército y una noche, durante su estancia en Alemania, el filósofo tuvo tres sueños en los cuales se le reveló el camino que debía seguir en el futuro, porque tuvo la certeza que debía dedicar el resto de su vida a la ciencia.
Descartes intuyó aquella noche que su procedimiento analítico podía extenderse a la totalidad de la naturaleza que permitiría expresar cualquier fenómeno natural en términos matemáticos.
Posteriormente emigró a Holanda donde residiría la casi totalidad del tiempo que le quedaba de vida y los años que pasó en ese país constituyen el período de apogeo intelectual de Descartes.
Para entonces se reencontró con Beeckman y había diseñado una maquina para tallar lentes hiperbólicas, pero la dificultad para encontrar colaboradores le hizo abandonar el proyecto.
Se centró en el estudio de las leyes matemáticas de la reflexión y refracción de la luz y también se interesó en Anatomía.
Logró solucionar el célebre problema de Pappus, con su trabajo matemático, lo que le significó poder destacarse entre los matemáticos de su época.
Su obra cumbre “El Discurso del Método” fue la introducción de tres ensayos filosóficos donde sentaba las bases de una nueva metodología en el estudio de las ciencias naturales.
Para Descartes, la razón sólo puede desarrollar sus capacidades mediante el concurso del método adecuado, porque la facultad racional carece de fuerza por si sola.
La filosofía para Descartes es un saber global y se extiende a todo lo que un ser humano puede saber.
El método de Descartes son ciertas reglas básicas para llegar al conocimiento de la verdad, y es el pensamiento y no el mundo quien impone esas leyes.
La primera regla del método es la de la evidencia. Sólo deberá aceptarse aquello que se presente con toda evidencia.
La segunda regla es la del análisis en su sentido global. Se deben tomar las dificultades de los problemas y analizarlas hasta encontrar sus constituyentes básicos.
La tercera regla es la de la síntesis, que consiste en ordenar los pensamientos desde lo más simple a lo más complejo.
La cuarta regla es la de la enumeración que consiste en realizar revisiones exhaustivas de los pasos seguidos para obtener certidumbre intuitiva que pruebe la solidez de la argumentación.
Descartes basa su nueva filosofía a partir de un principio absolutamente cierto del que no sea posible dudar; llevando la duda al extremo, es decir dudando sistemáticamente de todo.
Descartes propone el posible carácter ilusorio de la realidad basado en el hecho de la imposibilidad de distinguir con absoluta certeza un sueño de la realidad.
Finalmente encuentra algo que puede resistirse a toda duda y que es una certeza: el propio yo.
El yo pensante es la verdad absoluta, el principio absolutamente cierto y la certeza de la propia existencia que se obtiene a través del pensamiento no es producto de una deducción sino fruto de la intuición
Para salir de ese solipsismo, Descartes nos dice que Dios es la sustancia infinita y las sustancias finitas sólo podemos conocerlas por sus atributos, nunca por sí mismas.
El atributo principal del hombre es el pensamiento. Para Descartes, cuerpo y mente son dos realidades constitutivamente distintas.


Se conoce como marxismo al conjunto de ideas políticas, económicas y filosóficas fundamentadas en las teorías de Karl Marx y, posteriormente en las de F. Engels, que vieron posible su experimentación en el campo social, en la Rusia de inicios del siglo XX.
El marxismo cierra el círculo de las doctrinas sociales más importantes del siglo XIX junto con el socialismo francés, la filosofía clásica alemana y la economía política inglesa. Engels llamó a las ideas de Marx “socialismo científico“, para poder diferenciarlo de otros socialismos de corte moderado y raíz pequeño-burguesa como el socialismo utópico francés o de otros movimientos más radicales como el anarquista.
El marxismo formó parte, desde su origen hasta la actualidad, de la carga ideológica de la mayor parte de los movimientos obreros del mundo. Marx comenzó haciendo la crítica a la filosofía que lo precedió y que se había limitado a intentar explicarse el mundo cuando lo urgente era transformarlo.
Las bases del marxismo están en las corrientes filosóficas que nacieron en la Antigua Grecia, concretamente en las doctrinas de Heráclito y Epicuro, que sostienen que la materia es el único elemento de la naturaleza. A esta corriente se le llamó Materialismoy se oponía a la doctrina del Idealismo, que veía en la materia reflejo de la realidad, misma que era incognoscible para el hombre común y corriente.
En el siglo XIX, L.Feuerbach rescatará el materialismo griego y lo utilizará para atacar instituciones como la teología y la religión que se anclaban en el idealismo platónico. Marx y Engels, a su vez, rescatan el materialismo de Feuerbach y junto con la dialéctica de Hegel, reorientan la filosofía de su tiempo. Así, mientras Hegel afirmaba que el pensamiento creaba a la realidad, Marx sostenía que el pensamiento era sólo lo material traducido a la mente del hombre. Para Marx el pensamiento y la conciencia son producto del ser humano que es también un producto de la naturaleza. Engels redondeó la idea: No es posible la existencia de materia sin movimiento ni viceversa.
El marxismo se disocia de la teología y la religión al reconocer que la materia precede a la idea, por lo tanto, la idea de Dios es creación humana y la doctrina marxista no reconoce su existencia y llama a la religión “opio de los pueblos”.
La religión fue condenada por el marxismo por ser alienante, pero reconoció que hay otras formas de alienación: dado que el hombre es materia, tiene necesidades y para satisfacerlas tiene que trabajar. Cuando un hombre no disfruta del beneficio de su trabajo directamente, recibiendo el justo pago sin intermediarios, se aliena porque su trabajo no le pertenece a él, sino al dueño de la fábrica que compra su mano de obra y la revende con ganancia en cada producto que el trabajador genera. El marxismo señala que el trabajador debe emanciparse mediante la revolución.
Con la formulación de la dialéctica, el marxismo intenta abarcar todos los campos de la ciencia, la vida, la historia y el mundo. Es tremendamente abstracta y profunda. Mediante la dialéctica, Marx explica el desarrollo de los procesos sociales, históricos, físicos, químicos, etc.
La dialéctica marxista sostiene que el mundo es un conjunto de realidades cambiantes, inestables e inacabadas. Tanto lo material como el mundo de los conceptos se hallan sometidos a un proceso de cambio continuo. No hay realidades inmutables. Los conceptos que conocemos, dice el marxismo, se han ido modificando históricamente y seguirán cambiando.
En el cambio dialéctico no es gradual, ocurre a saltos presentando discontinuidad, cataclismos, revoluciones. Los impulsos de este cambio son las contradicciones, el choque de fuerzas que provocan esos saltos.
El marxismo distingue tres fases: tesis, antítesis y síntesis. No es posible la primera sin la segunda. La antítesis niega la tesis, y de esta oposición surge la síntesis, en la que no existe la contradicción anterior (pero aparecen nuevas). La síntesis es la negación de la negación.
Al marxismo se debe la teoría de la lucha de clases, la definición económica de lo que es el valor de las mercancías y del trabajo, el capital, la plusvalía.
El marxismo generó los más importantes cambios en las doctrinas económicas del siglo XX y polarizó el pensamiento político y social de ese siglo, dividiéndose el mundo en dos frentes: el capitalismo y el comunismo o socialismo de estado, que daría como resultado la guerra fría.